
Ey levántate que ya toca
Y desnúdate ante el espejo solitariamente
Muerde el polvo como cada mañana
Sí, ese de las ojeras
eres tú
Sigue
Corre y baja las escaleras
Acelera el ritmo
En una vorágine de luces pasajeras
Compra algo que necesites
O no
Corre rápido hacia tu rincón
Ten cuidado
Con que no te pisen
Ten cuidado
Con que no tropieces
No dejes de mirar al frente
No pierdas de vista tu meta
Compra vende
Come y vomita
Llega a tu casa y revienta
Descubre
Que dentro tuyo
Algo te dice que
No tendría que ser así.
Entra en un voraz trance
En el que tus pequeñas máquinas domésticas
Se convierten en bocas abiertas
Muertas de hambre
Un horror innombrable
Se forma a tu alrededor
Bailes de miseria y llamas pestilentes
de basura
No quieres mirar pero ellos te saludan
El Imperio del hambre
Saluda a su rey
Ronald McDonald
Atizará a sus enemigos
En un volcán de carne cruda
A un euro cincuenta.
Quieres decirte oh no
No soy parte de esto
Sin embargo sus apetitosos efluvios
Pueden contigo
Bocas abiertas como de réptil
Llorando por su débil carne
Y tu estás mal sentado ante un pedazo
De sufrimiento
Envuelto en bonitos adornos
Pero oh no acaba aquí
Vives anclado en un eterno envoltorio
Clavado en miles de cuchillos
Que para que no te estreses
Asesinan por ti
Tus medicamentos, tus diversiones, tu casa, tu coche…
Toda lo que tienes está echo del más terrible dolor
De las mil bocas hambrientas que sangran para que tu no sufras.
¿Te sientes culpable?
¿O estás lo suficientemente vivo
Como para ser responsable de tu vida y luchar?