Me gusta quedarme adormilado
mientras viejas fantasías
susurran a mi oído
paisajes bucólicos alejados
llenos de
manos llenas de flores
azucenas blancas que se asoman
a los lados del camino
y moscas flotantes
picajosas cabronas
sorbiendo por doquier
cualquier jugo
(delicioso o no.)
Es poderosa la luz diurna
pero ah
nunca es
como la luz que ilumina
la vigilia de un sueño
como deja los objetos
malteados de polvo brillante
como los recubre
de hierba dulce y azul.