sábado, 16 de enero de 2010

No son las aves grises al pasar



Corres como una estampa escapando de su marco
Cayendo sin quererlo al lado de la trampa,
Mirando nuevas montañas de azul y de niebla
Planas rutinas que remontar mañana.

Y no son las aves grises al pasar,
Tú lo sabes,
Es gris el corazón.

Pero cuando oyes que quizás despunte
Esa nueva mañana que te dicen que esperas
Siempre encuentras nuevos pastos para tu voz,
Nuevos rebaños de notas y sonrisas que entonar,
¡Y que lejos quedan esas noches de incienso y silencio!

¡Esperanza!
Gritas al monte casi odiándolo,
¿Esperanza?
Y maldices su eco,
¡No la busques!
dice tu oreja gris.

Es roja la mañana que decían que esperabas,
Y no te lo esperabas, no igual, no otra vez,

Es roja la mecha de la mañana
Que  sepulta bajo el humo
Tus incendiarias entrañas
Es roja y te rebana minutos de vida a solas,
Las afiladas y encendidas lágrimas te piden
Más horas para su estómago,
Y te has abierto en canal el pecho,
Una sangre helada
Brota del ella, no es roja, no es negra,
Es gris como la vista que giras al cielo.


Te castigas por desilusionarte
Y ser fantasiosa
te regalas un látigo para tu espalda,
Un “seré recta hasta el final aunque duela”,
¿Y no será la rectitud el peor de los latigazos?


Pero sigues impasible
 “seré recta hasta el final aunque duela...” 


Me dices
He nacido gris
Digo yo
Donde hay gris
Antes ha habido color
Y donde hay gris
Siempre hay algo por pintar.


Dices tú


No son las aves grises al pasar,
Tú lo sabes,
Es gris el corazón,
Un burdo corazón de muerta,
Con dolor y con esplendor,
Pero sin causa.

De golpe una chispa lo enciende todo
Y tú sabes que esta noche
Este corazón ya es bien mío.

13 comentarios:

Vergónides de Coock dijo...

Recuerdo que una vez me bañaba en las paradisiacas playas de Máncora cuando derrepente vislumbré una sombra a lo lejos que se iba acercando poco a poco, cuando me di cuenta eran aves medio grises que venían en bandada al nivle del mar; tuve que zambuyirme para no ser decapitado o sabe Dios qué, estuve tan cerca de ellos que los vi volar a menos de un metro de distancia; eso no lo compra Mastercard. Suerte.

Fernando dijo...

La mañana puede ser roja o de cualquier color, pero siempre debe traernos la esperanza. Miraremos de lejos a los montes azules, pero sabemos que están cerca de nosotros. Y a la mañana siguiente, ya habrán pasado las grises aves que nos llenaron el día anterior de bruma y desasosiego. Entonces renace de nuevo nuestra esperanza. Un abrazo, querido poeta.

Verónica Calvo dijo...

Dani, sin palabras. Me parece una poesía muy bella, llena de imágenes y sensaciones. Muy buena e interesante. Te aplaudo.

Un abrazo.

Santi dijo...

Qué bonitas las imágenes y el ritmo; y es que el corazón igual no necesita nada, pero le hace tanto bien alguien, una causa.

Un abrazo

Yemaya dijo...

Hermosísima poesía. Las aves no son grises al pasar, las hacemos nosotros grises dependiendo el momento en que las miremos.
Besos y susurros dulces

TORO SALVAJE dijo...

Me ha gustado muchísimo.
Y si, puede que la rectitud a ultranza sea el peor de los latigazos.

Saludos.

Natalia Astuácas dijo...

Un abrazo fuerte, espero estés bien, besos.

இலை Bohemia இலை dijo...

Que bien escribes...a todo color!

Bss

supersalvajuan dijo...

Y si hay algo que pintar, se pinta.

Krlos Reyna dijo...

Paso a devolver la visita =D Más tarde paso a leerte

Te sigo :)

HUMO dijo...

Que texto mas grandioso, me fascina como escribes y expresas poeticamente las palabras con tanto contenido, con tanto sentimiento!

besos!

=) HUMO

Arya dijo...

me gusta como nos permites visualizar atravez de tus letras..

y no.. no son grises
son aves ;)

La sonrisa de Hiperion dijo...

"Es roja la mecha de la mañana
Que sepulta bajo el humo
Tus incendiarias entrañas"

Puto mundo que mata esperanzas, y ya sólo queda como palabra...

Saludos y un abrazo enorme.