jueves, 26 de agosto de 2010

Ramas precipitadas de la juventud

Hojas malteadas que golpeaban

contra el suelo
con el primer estertor primaveral torcido
tapizando la arena
de un crujiente ruido
de risas y sencillez

ramas precipitadas
de la juventud

¿porque
crecen nuestras hojas
con el aroma adormilado
de una flor que ya no siente?

Con lo sencillo que era
responderlo todo
mirando
al vuelo grácil de una paloma

y sentirnos
el corazón estrellándose
contra el pecho
rompiéndose en mil pedazos

dulces astillas cristalinas

frágiles hojas que somos
arrugas que añadimos
a nuestras ojeras
mientras
interrogantes sombras
planean ahora

cuando nos preguntamos
que ha pasado
con nuestros imberbes sueños
ahora
pervertidos
convertidos
en sedientos monstruos de ciudad.

4 comentarios:

lichazul dijo...

¿por que crecen nuestras hojas con el aroma adormilado de una flor que ya no siente?


porque siempre estamos en renovación y flúido constante
aunque a veces hay quienes parecen hibernar sin razón

besitos de luz

Verónica Calvo dijo...

Suele ocurrir casi de sopetón. y un día recuerdas que hay que volver a soñar, a dejar que el corazón se de un golpe contra el pecho, que no hay que secarse en la rama... y entonces lees estos versos y aplaudes.

Un abrazo

La sonrisa de Hiperion dijo...

Todo lo bueno se acaba amigo, la juventud envejece, y lo malo muta como lo bueno...

Saludos y un abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

Mal indicio.
Estás empezando a dejar de soñar.
Aún recuerdo cuando soñaba.
Era todo tan posible...

Saludos.