
No te preocupes
Por el zapateo que suena
Sobre las flores que se asoman
A los vados de la calle
Porque ya han pasado sobre ellas
Y sin embargo siguen ahí
Sueño a veces
Cuando estoy colgado de uno de esos ojos
(arropadito internamente en un trozo de trapo viejo
envuelto en dulces crujidos de latón y madera)
con jardines de mil colores sobre el asfalto
con cientos de flores cada una con su nombre
con una melodía triste y angélica cada una
volcándome en una mecedora mágica.
Pero la luz se me apagaría en tal esplendor
Es ahora que entre tanto gris y tanto dolor escondido
Debajo de este concesionario de coches, por ejemplo
Encuentro mi flor favorita emergiendo de un adoquín
Es pequeña y blanquecina y nunca tendrá ningún nombre
Y cuando muera no caerá sobre ningún ángel caído
Pero su esplendor reside en que vive y sobrevive
Y tiene la belleza de la vida
La magia del dolor emergiente.
Y lloro un poco
Porque el mundo es difícil
Porque tengo un mal día
Y porque me da la gana
Y porque tengo el alma herida
(era obvio)
como una flor de acera,
herida
Por el zapateo que suena
Sobre las flores que se asoman
A los vados de la calle
Porque ya han pasado sobre ellas
Y sin embargo siguen ahí
Sueño a veces
Cuando estoy colgado de uno de esos ojos
(arropadito internamente en un trozo de trapo viejo
envuelto en dulces crujidos de latón y madera)
con jardines de mil colores sobre el asfalto
con cientos de flores cada una con su nombre
con una melodía triste y angélica cada una
volcándome en una mecedora mágica.
Pero la luz se me apagaría en tal esplendor
Es ahora que entre tanto gris y tanto dolor escondido
Debajo de este concesionario de coches, por ejemplo
Encuentro mi flor favorita emergiendo de un adoquín
Es pequeña y blanquecina y nunca tendrá ningún nombre
Y cuando muera no caerá sobre ningún ángel caído
Pero su esplendor reside en que vive y sobrevive
Y tiene la belleza de la vida
La magia del dolor emergiente.
Y lloro un poco
Porque el mundo es difícil
Porque tengo un mal día
Y porque me da la gana
Y porque tengo el alma herida
(era obvio)
como una flor de acera,
herida
pero viva.
Suena: Wilco – Jesus, etc