miércoles, 23 de mayo de 2007

David Beckham


Sale al campo, con un rictus serio, aplaude al público asistente, es correspondido, se lleva una tibia ovación, afectuosa pero sin calor. Es curiosa la figura de David Beckham, como, tras su glamour y toda su parafernalia, los años le han dejado un pequeño trasluz triste en la mirada. En los años de gloria del Madrid era un galáctico y representó el cenit de un equipo monstruoso que arrollaba por donde pasaba, en el declive galáctico era odiado precisamente por ser el representante máximo de tanta opulencia resplandeciente, pero es ahora cuando realmente es más interesante Beckham, ahora, que es ovacionado como si fuese un antiguo rey depuesto, ahora que parece una antigua joya, ahora que se va.
Se va con la tristeza de un príncipe derrotado pero con la cabeza bien alta, no para de oír en su cabeza: “joder tío, he sido el más famoso del mundo en Madrid, y no he ganado ni un solo título en” quieras que no, eso es una de esas cosas que le joden bastante a un futbolista, y más a él, que es un príncipe de los futbolistas.
Ahora comparte equipo con gente muy diversa, jóvenes dispuestos a todo por marcar un nuevo orden, veteranos rescatados del olvido, curtidos canteranos centenarios, alguna perla de su lujosa generación pero no ninguno de los suyos, ningún superhéroe, ninguno de los grandes (ni de los gordos, piensa divertido) y se siente extraño y en otro equipo que no es el suyo. A base de profesión se ha sacado una temporada impecable y trabajadora como todas las suyas, y puede llevarse incluso el premio de un título, que le va a quedar vacío en las manos, ahora que el tiempo ha hecho que ya no necesite títulos.
Se va a Los Ángeles con una triste mirada melancólica de treintañero, recordará sus días mejores en Manchester, su estrellato ecuménico en Madrid, mil nombres y mil amigos, Giggs, Scholes, Zidane, Ronaldo... y será una estrella en los EEUU, pero ya no será la estrella que brilló antes, será la estrella triste de un príncipe un poco más mayor y ni que sea, un poco derrotado, y a la gente le gustan los derrotados, porque son como ellos, por ricos que sean, por eso le aplauden.

2 comentarios:

Lloveras dijo...

hay que dejar paso a los jovenes, todo tiene su fin y hace tiempo que la llama ya no alumbra...
pero dile tonto, se ha buscado un equipo donde sera su segunda juventud, almenos no tendra que aprender español...
cambia de aires y a eso todo el mundo le va bien

Ale ahora tatuate la banderita USA que haras amigos...

Anónimo dijo...

Juli:
Lo que está claro es ke beckham ademas de ser un gran futbolista (lo demuestra en cada partido) es mejor persona y ad+ es humilde (o eso parece, yo solo e io a su casa un par de veces). Bueno aparte de esto si el madrid encuentra a alguien ke de la mitad de asistencias ke el ya sera algo bueno.